martes, 1 de julio de 2008

¿Qué es poesía?

RIMA XXI
—¿Qué es poesía?, dices, mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul,
¡Qué es poesía! ¿Y tú me lo preguntas?

Gustavo Adolfo Bécquer


La pregunta causó una discusión interminable, una bocanada de respuestas e interpretaciones que jamás concluyeron. El poeta conservador defendía afanosamente sus palabras con la humedad de su voz. Los silencios prolongados causaban el embeleso del auditorio que presenciaba la dulzura de sus versos, nos acostumbró y nos convenció en sólo unos minutos que sus estrofas, el raudal de palabras escritas y ordenadas era poesía. La melodía de sus encantadores lectores, la cadencia de los movimientos del aire que escupían de su boca, endulzaban el oído y el espíritu de los que atónitos escuchábamos.

¿Qué es poesía?

El irreverente poeta mezquino, el populacho, el andante, el dueño de las calles y de las historias de peatones dice que la poesía no se adorna, no se canta y no se grita en el micrófono, la poesía se lee en silencio, en la noche, dice que viaja en la humedad de un beso y se disfruta en soledad o en compañía de la soledad. El poeta toma la cotidianeidad y la transforma con palabras, al borracho lo deja así, habla de su hedor y de sus labios húmedos; cual Bukowski estremecedor de realidades, alejado de la divinidad de Huidobro, más terrenal que la crueldad; juega con el lenguaje y la creatividad regalándonos versos, libres o no, con métrica o si ella, con sensibilidad e inteligencia.

¿Qué es poesía? Me confieso lectora, apasionada de éste género. Me embruja la poesía de Jaime Sabines, me enamora Joaquín Sabina. Joaquín y Jaime, Sabina y Sabines, uno me estruja y el otro acaricia. La oralidad de mi abuela, sus rimas, su melódico hablar, las historias en canciones, el sabor de los chismes, la historia de cada palabra, los años a cuestas de cada leyenda, su interminable curva melódica ascendente. De cada poema, de cada poeta, de cada palabra, de cada cantor, me quedo con la música en los labios de mi vieja.


Poesía... eres tú.
-Yo, jamás…
Ileana Cepeda

5 comentarios:

Guillermo Berrones dijo...

Además de darme "ride", ilustrarme y soportar la necedad de mis pasiones literarias (después del evento), Hiram y tú, amiga, me obsequiaron valiosas reflexiones. Tu texto está chingón. Perdón, ponle tacha... está perrón o chidito.

Anónimo dijo...

Y si de pronto... ¿la poesía no se escribe, se vive? ¿Si el poeta no es quien escribe, sino aquel quien vive?
Si la verdadera poesía no está en las letras, sino en la vida y la muerte ¿dónde esta el veredero poeta?


salud0s

° Marilyn ° dijo...

Me acordé de Castellanos, en Poesía no eres tú,últimamente casi todo me lleva a ella.

Independiente del bando en el que nos alistemos, es necesario primero, permitirnos sentir la poesía.
SENTIRLA como es inevitable sentir la buena música, que "es la poesía música y después todo lo demás"

En cuanto a que la poesía no se canta en un micro, pues hay que difundirla entonces ¡más y de diferentes maneras! quitarle esos impermeables anti-poesía a quienes lo permitan.

Jorge dijo...

Hola amigo: quería invitarte que visites el blog que estoy realizando con mis alumnos de segundo año de la secundaria sobre LA DISCRIMINACIÓN.
http://nodiscrimine.blogspot.com
Tema arduo e interesante.
Seguro será de tu agrado.
Cualquier aporte que desees hacer será muy valioso.
Un abrazo desde la Argentina.

Anónimo dijo...

Maestra le agradezco la invitación que me hizo al evento, perdón por no haber podido ir; pero le agradezco la pasión que transmitió al hablar del evento conmigo, gracias por compartir la poesía, su pasión por ella y por los poetas. Compartimos la admiración y el gusto por el nuevo poeta.
Gracias por todo.