miércoles, 19 de noviembre de 2008

Bendito Kitsch

Abraham Moles nos invita a conocer de forma rápida la incursión del Kitsch en la vida del hombre, desde el nacimiento mismo de la palabra hasta el innegable dominio que éste tiene en la vida de la humanidad como parte, y producto a la vez, del consumismo al que estamos sujetos.

«El kitsch es la baratija, una secreción artística originada por la sociedad en sus tiendas...» comenta Moles en sus líneas al tiempo que nos hace reflexionar sobre la naturaleza del kitsch como copia automática del arte, que a su vez no deja de ser, según Platón, una copia de la naturaleza o cuando menos una interpretación de la misma.

Entonces la pregunta es: ¿Es el arte el kitsch de la naturaleza? ¿es acaso la comunicación el kitsch del lenguaje? Porque de ser así, es cierto que no inventamos las palabras y hacemos grandes modificaciones a la gramática, pero la aplicación de la forma (estilo) de comunicarse de cada individuo, ya sea en el discurso o en el papel, hace del lenguaje una “copia automática” del lenguaje que es considerado arte en la poesía, la narrativa y más.

Moles nos habla del recurso del amontonamiento de estilos que emplean las grandes urbes en su arquitectura y del amontonamiento mismo que se vive, de acuerdo a los estándares sociales que nos rodean: entre más cosas con apariencia antigua tengamos en casa, más cerca del decorado conservador estaremos (aunque los objetos porten la frase made in Taiwan).

El kitsch es fácilmente encontrable en la cotidianidad del hombre, desde la joyería que porta hasta la intimidad de su hogar. La raza humana por naturaleza tiende a recolectar objetos que le parecen importantes de acuerdo con los estadíos de su vida, de tal modo que, si en su infancia aquel carricoche de madera con incrustaciones metálicas le trajo momentos de satisfacción, cabe la posibilidad que al toparse en su madurez con algo similar lo obtendrá para adornar su estudio utilizándolo para colocar, en el ahora mueble, las bebidas de sus invitados.

El ejemplo anterior es mera referencia sugerida por Moles y poco tendría que ver con su servidor, sin embargo cualquier semejanza con la realidad que se vive en el lugar donde trabajo es mera coincidencia.

domingo, 2 de noviembre de 2008

Calaveras por Jorge Segura

CALACAS PA MIS AMIGOS DE LA DOBLE
Jorge Segura / noviembre 2008

Llegó a la Normal la parca
en busca de algún talento;
fue al Colegio de Español
y los encontró al momento.

A Venustiano Carranza
cruz con Ruperto Martínez
llegó la flaca malora
en busca de sus catrines.

También buscaba catrinas
bonitas y con cultura
y se fue directamente
a Lengua y Literatura.

Yo me salvé, por lo pronto,
porque soy el que esto escribe,
pero el año venidero
la tilinga me recibe.

Mi abuelo me dijo entonces:
-No tengas ningún pendiente,
desde el momento que naces
estás condenado a muerte-.

Varias veces con la muerte
tuve severos encuentros,
cuando la traía por fuera;
ahora la traigo por dentro.

Aunque mi cuerpo está entero,
a mi alma le faltan miembros,
te llevaste a camaradas,
amigos y compañeros.

Cuando muera quiero flores:
claveles, rosas, camelias,
cempasúchil y gladiolas;
si es posible, dos gardenias.

Ojalá que este recuerdo
—que por ahora no es cierto—
tarde mucho en presentarse
y continuemos despiertos.


LUCY
Lucita de mis pecados,
-dijo la catrina flaca-
vengo a llevarte conmigo;
no por bonita te escapas.

-¡Me vale master, señores!-
dijo la parca grosera
y nuestra amiga ya tiene
sus cuatro cirios de cera.

Luz María Rodríguez Llanes
te nombraban por doquier.
Ahora sólo quedan huesos
de tu cuerpo de mujer.


CARMELITA
La muerte no batalló
para dar con la maestra;
en todas partes andaba,
con la suma o con la resta.

Carmelita era su nombre;
se nos murió de repente.
Para cargar el cajón
Con Víctor fue suficiente.

La parca ya no sabía
que hacer con tanto difunto
pero llegó Carmelita
y todo ya está en su punto.


ILEANA
Todos estamos llorando
al redoblar la campana.
En sus alumnos hay duelo,
murió la maestra Ileana.

Liviano estaba el cajón,
no pesaba casi nada,
el pesar está en nosotros
por el fin de su jornada

En la eternidad no es profe;
ha de hacer algo bonito.
De seguro, mis amigos,
ha de chambear de angelito.


GLORIA
Desde Graduados te sigo
para llevarte a mi llano
-dijo la catrina a Gloria-,
y la tomó de la mano.

Ya la maestra Martínez
y Licea de apelativo
todavía la recordamos;
nunca pasará al olvido.

En el panteón de las regias
Gloria reposa bien yerta,
lástima que se haya muerto
y que en polvo se convierta.


ESPERANZA
La Normal está de luto,
todos estamos dolientes,
se nos fue la profesora
doña Esperanza Sifuentes.

Calaca agarra parejo
sin respetar rango y hora,
hoy le tocó a la maestra
que chambeaba de inspectora.

Cuando menos lo pensamos
la tilinga nos alcanza.
Traigo flores y oraciones
a nuestra amiga Esperanza.


GILBERTO
Batalló con los docentes
secretarias, directivos.
El llegar con la calaca
ya no fue muy conflictivo.

Gil Garza se le nombraba,
amigo de todo el mundo,
hoy yace en el camposanto
en un espacio profundo.

Con lamentos y sollozos
su gente lo despedimos.
Sus compañeros lloramos
cuando difunto lo vimos.


MEMO
Cual pájaro carpintero
andaba el Memo de diario
hasta que llegó la parca
y le colocó el sudario.

Nomás para mí te quiero
-dijo la muerte malora-
y ya descansa en su cripta
quien fuera ametralladora.

Inconsolables los llantos
emanan de más de tres
que el buen amigo Berrones
me las dejó con strees.


FERNANDO
Textos argumentativos,
oralidad y escritura,
quería estudiar la calaca
con un profesor de altura.

Y le gustaban negritos,
con compu y bolsa de mano.
No tuvo ningún problema:
se llevó a Fer Arellano.

Ya velamos a Fernando
con rezos y letanías,
con veladoras y llantos;
y unas coronas bien frías.


ENRIQUE
¿Dónde está Enrique Sauceda?,
¿o Saucedo se apellida?
No quiero llevarme a otro
que todavía tenga vida.

Velamos a nuestro Quique
con sus alumnos llorando,
los que quedamos acá,
flores le estamos llevando.

Lo lloramos sus amigos,
sobre todo yo y Berrones,
aunque a los tres nos bajaron
en diferentes panteones.

IRAM
¿Iram con hache o sin hache?
-preguntó la muerte fría-.
Como nunca fue a la escuela,
no sabía de ortografía.

Ileana llora a su viejo
y nosotros al amigo.
Ora que lo vi en la caja
sigue sonriendo conmigo.

Con la muerte no se juega,
Iram ya tiene su lote;
él no sabía que a la flaca
le gustaban sin bigote.


ÓSCAR
Por fin te encontré, mi rey
-dijo emocionada huesos-,
te traigo ganas desde antes,
quiero saborear tus besos.

El Oscar quiso escapar,
no quería de esos amores.
No le valió escabullirse;
flaca lo llenó de ardores.

Después de todo, la muerte,
es hembra con corazón
y Benavides se fue
no al panteón, sino al colchón.


OMAR
Vengo desde Zacatecas,
me mandó López Velarde.
-dijo al Ornar la calaca-,
ya se te está haciendo tarde.

A la calaca los güeros
le gustan más que los prietos
y mi buen Carlos Omar
ya está abajo cuatro metros.

Coqueta y contenta dijo:
al fin te tengo conmigo.
Y Lengua y Literatura
llora al apreciado amigo.


PANTOJA
Hasta Parras de la Fuente
llegó la flaca malora
en busca de un profesor
que ya le llegó su hora.

Catrina siempre soñó
Con tener a su catrín.
Y ya don Tomás Pantoja
tiene epitafio en latín.

Se escuchan llantos diversos
en la Normal y en escuelas.
Para anunciar su deceso
no alcanzaron las esquelas.

CESÁREO
Dijo la parca a Cesáreo
-aquí termina tu historia-
y Garma quiso evadirla
con arengas de oratoria.

Le habló de temas sin fin,
de béisbol y sindicatos.
No le valió la estrategia,
lo enterramos hace rato.

Ya estás en descanso eterno.
De seguro, estás mejor.
En tu epitafio se lee:
"aquí yace un profesor".


RODRÍGUEZ CHIU
Enrique Rodríguez Chiu
te llamaron al nacer.
Hoy, que moriste, tu nombre
está en la esquela también.

La parca fue a la Petaca,
también pasó por Linares,
andaba en busca de Enrique
para llevarlo a sus lares.

Ya descansa nuestro amigo
en una tumba muy fría.
De seguro ahora termina
su tesis de maestría.


ROGELIO
Como andas de comisión
ya te me ibas olvidando.
Voy a llevarte conmigo
aunque te andes doctorando.

Reyes, Reyes se nos fue,
ayer fuimos al sepelio,
pronto será puros huesos
mi carnalito Rogelio.

El panteón del magisterio
tiene tumbas polisemias
de rolleros, grillos, doctos;
la de Roge es de academia.


LÓPEZ MEJÍA
No le valió su memoria
retentiva y prodigiosa,
flaquita cargó con él.
Ya está callado en su fosa.

Sus amigos le rezamos
responsos y novenarios;
en Comisión Estatal
le dedican un rosario.

El Javi López Mejía
ya goza del sueño eterno,
descansando haciendo adobes
en la grilla del infierno.

lunes, 6 de octubre de 2008

El jardín perfecto de los senderos que se bifurcan.


Las transformaciones físicas, determinan transformaciones en el pensamiento


Salí de la calle de prisa, constantemente volteaba atrás para asegurarme que no me siguiera; la oscuridad de la calle desierta engrandecía la dicotomía del miedo y valor que me daban mis pasos firmes y mi braceo. Estaba en la parada del camión pero decidí tomar el metro para apresurar la llegada y despistar la huída.


El metro llenaba de hedor las arrugas de angustia que recorrían mis sentidos. El líder estaría ahí y tenía que llegar a mostrarle las evidencias del despojo que sufrieron los confinados unos días antes. Por qué a mí, de entre tanta gente, entre tanto espacio, por qué a mí me pasaba esto, tener que decirle la verdad al ser que puede transformar el destino del país y la mente de toda la región. Sabía bien que intentarían impedirlo, que robarían e incluso delinquirían para evitarlo, y yo, sólo yo con esa encomienda. Me gustaría que vinieras a mi lado mientras camino estructurando el discurso que daré.


Entré por la puerta trasera y me escondí entre los anhelantes, los que día a día esperaban entrar por esa puerta y entender los elementos de la naturaleza y transformarla. Me escondí entre ellos y despisté mi llegada hasta lo alto de la torre donde se encontraba él.


Tomé las simétricas escaleras y los vi bajando, los escondrijos debajo de cada escalera me sirvieron para esconderme y escuchar un poco lo que farfullaban en cada escalón. Por un momento se detuvieron un grupo de confinados y hablaron de ella, le habían encomendado detenerme y no lo había logrado. Estaban alertas y habían puesto personas a vigilar las entradas, el que me viera tenía instrucciones de llevarme con aquél y detenerme para no poder decir la verdad, esto lo harían antes del evento de inauguración, después sería demasiado tarde.


Me quedé en espera por unos minutos hasta que se marcharan, recordaba las palabras que resonaron en el congreso y las definiciones que cada cual daban de la instrucción, ninguno conoce mi laberinto, nadie ha visto las entrañas de la construcción, cada uno hemos contribuido a formarla y a deformarla. Últimamente las decisiones que se han tomado han contribuido en maquillarla y dejarla bella pero hueca, como chica de plástico o las miss que caminan en tacones y traje de baño; así estaba ella, bonita cada vez más bella pero le acercabas el micrófono y repetía el discurso aprendido de memoria horas antes.


Volteé la cabeza, la escalera estaba sola, despejada del ala norte, alcanzaba a ver el ventanal amplio y transparente del presidente. Subí lentamente, lo más sigilosa que pude, entonces escuche unos pasos, cada vez se acercaban más y más aprisa, me habían descubierto, seguramente venían por mí. Corrí hacía los jardines, pretendía esconderme y no pude, la estrechez de las palmas dejaba ver la intención de marcharme. Entré al centro del jardín y viéndome rodeada por los confines me adentré al laberinto perdiéndome cada vez más en la sandez de las palabras que envolvían mi cuerpo. No podía ser posible con tan sólo cuatro años y tenía que morir, siendo sólo una niña descubierta entre los elementos más perversos del ser humano. No pude llegar, me agaché en el centro del laberinto, en medio de la simetría de sus jardines mientras mi cuerpo se deshidrataba, moriré sola e ignorante.

Ileana Cepeda

jueves, 2 de octubre de 2008

La reina de México

“2 de octubre no se olvida” es la frase que muchas veces hemos repetido quienes en algún momento nos sentimos conocedores de los acontecimientos suscitados durante el ’68. Antonio Velasco Piña, autor de Tlacaélel, el Azteca entre los Aztecas, Cartas a Elizabeth; Herencia Olmeca, entre otras, nos ofrece en su libro titulado Regina, un panorama completo de lo que, según él, como testigo del movimiento, sucedió antes y después de tan fatídica fecha.

Regina Teucher Pérez, joven nacida de padre alemán y una nativa de Taquín, San Luis Potosí, por razones meramente circunstanciales recibió su educación en el Tibet desde antes, durante y después de la ocupación China a estas tierras Himalayas, donde era considerada una Dakini (deidad tibetana que puede adoptar una figura humana para lograr algún fin) y que al ser descubierta por los invasores, fue enviada a China para su reeducación, de acuerdo a la doctrina de Mao.

Fue en este país donde concluyó la última etapa de su educación y de donde retornó a México para cumplir la misión que tenía que llevar a cabo con ayuda de los únicos cuatro auténticos mexicanos, guardianes de las culturas de los tiempos: el despertar de la conciencia nacional, no sin antes despertar al Popocatépetl y al Iztaccihuatl, considerados los más antiguos moradores y guardianes de estas tierras.

Al buscar el restablecimiento de los campos energéticos en algunos puntos de la ciudad de México, se dio la coincidencia de ver iniciados los actos violentos entre estudiantes, porros y granaderos, motivados por el lento proceso del despertar, según Velasco Piña.

En medio del ir y venir de la nombrada Reina de México, Regina es contratada como edecán de las Olimpiadas como pago al favor de haber diseñado y cedido los derechos de la creación de los uniformes de las edecanes de ese magno evento deportivo celebrado en México en el ’68.

Velasco Piña denuncia a las autoridades de gobierno que dominaban el país por medio de “mentiras y represiones”, haciendo gala de una gran imaginación al transcribir las pláticas privadas entre el entonces Presidente de nuestra República, Lic. Gustavo Díaz Ordáz y sus subalternos, logrando que el lector crea realmente la versión de los hechos que nos presenta el autor en las páginas de su obra.

Avanzado el movimiento, Regina es señalada, por el mismo Luis Echeverría, como líder del alboroto estudiantil, ya que es vista en numerosas ocasiones encabezando las marchas, incluyendo aquella que tuviera al frente al Ing. Javier Barros Sierra, entonces Rector de la UNAM.

Según Antio Velasco Piña, el objetivo de la masacre de Tlatelolco, era eliminar a Regina y a sus cuatrocientos más cercanos seguidores, los cuales estaban conscientes de que ese día morirían como parte de un ritual para despertar por completo el chacra mexicano, pues el Iztaccihuatl se negaba a salir de su ensoñación, para lo que Gobernación empleó al escuadrón Olimpia, un helicóptero y un grupo paramilitar vestido de civil, que serían parte del objetivo para culpar a los estudiantes de incitar la violencia.

Como dato documental, Velasco nos presenta un fragmento del libro “La noche de Tlatelolco” de Elena Poniatowska, donde recoge la declaración de la Sra. Cecilia Espinosa, que asegura haber visto a la edecán tendida en una plancha de concreto con el pecho ensangrentado en las instalaciones de la tercera delegación, a lo que añade otras dos declaraciones obtenidas en el mismo libro en mención, donde un joven se refierae a Regina como una joven “rara” que hablaba siete idiomas distintos y como hija de un doctor alemán; y otra, donde otro muchacho describe a la edecán en los últimos minutos de vida envolviéndose en la bandera mexicana antes de morir.

No puedo hacer juicio de verdad o mentira de este libro escrito por Antonio Velasco Piña, eso me lo reservo; pero puedo recomendarlo como una lectura ligera con datos interesantes que habría que interpretar e investigar, lo que sí puedo afirmar es algo en lo que casi todos estamos de acuerdo: “2 de octubre no se olvida”.

viernes, 19 de septiembre de 2008

Cada quien su camino

Ubicada en la segunda mitad de los años 40’s, justo cuando los Estados Unidos despertaba de la depresión económica, un joven decide buscar aventura, en compañía de algunos amigos, recorriendo los caminos de su país y los del vecino del sur.
Viajando como vagabundos durante gran parte de sus vidas, la generación Beat vino a representar el nuevo estilo de vida americano en donde todos los jóvenes buscaban la libertad de encaminarse a donde quisieran, sin seguir lineamientos preestablecidos por una sociedad caduca y ávida de salir también a recorrer caminos, aunque ese deseo estaba rodeado de miedos y prejuicios.

Jack Kerouac nos comparte esta visión desde la guarda de En el camino novela escrita en los albores de los 50’s y publicada por primera vez en 1957.

Kerouac nos lanza un reto que consiste en vivir la vida hasta los límites del camino que tenemos por recorrer sin temor a equivocarnos al elegir la brecha que siempre podremos cambiar, hasta en el último de los momentos y en el peor de los casos.

Borges lamentó no haber vivido plenamente, otros se lamentan, incapaces de hacer otra cosa, el hecho de estar muertos en vida, En el camino nos indica sólo una forma de no quedarnos en el lugar en el que estamos, sino buscar más allá de nuestras narices.

Kerouac nos escupe la palabra light en la cara para mostrarnos que así hemos vivido... domesticados desde el principio, esperando el momento de vivir el tedio en medio del mismo tedio sin esperanza de encontrar fuera de esta vida cómoda lo que más necesitamos: libertad real; espacios abiertos; ideas nuestras, propias; un camino de vida, cualquiera que éste sea pero seleccionado por nosotros.

Esto me recuerda el desenfado con el que algunos miran pasar la vida en el lugar donde trabajo, sin comprometerse con lo que hacen, sin estar dispuestos a cumplir siquiera con su carga horaria recurriendo a pretextos absurdos; me recuerda a quienes se mueven de acuerdo a la dirección de viento, aunque eso implique traicionar sus ideas, o morderse la lengua buscando alianzas con quienes están en peores condiciones que ellos, sólo porque sus nombres “suenan” en otras esferas; me recuerda a quienes cuentan los mismos chistes una y otra vez y a quienes, en un afán de quedar bien, se ríen de ellos como si fueran nuevos; me recuerda a quienes no dicen nada esperando que los demás lo hagan por ellos y tantas cosas más…

Desde esta mi perspectiva, momentánea quizá, estoy apuntando directamente hacia la búsqueda de mi propio camino, tal y como lo encontró Sal o como lo sigue buscando seguramente Dean.

viernes, 12 de septiembre de 2008

El Zorro

Cuenta la historia que en 1753 nació un niño que años más adelante, sus propios compañeros del colegio de San Nicolás, lo llamarían El Zorro, esto debido a su astucia y personalidad; por lo que no tardó en ser reconocido y admirado por esas cualidades. Como medida de “castigo” por su criterio tan abierto, su afición por las letras francesas y su carisma con la juventud de la época, fue asignado como párroco en diversos pueblos. Hasta que en 1803 llegó a Dolores.

El verse como cura de pueblo y no como posible rector del colegio que lo vio crecer, no lo limitó, por el contrario buscó la manera de seguir adelante con todo aquello que lo apasionaba; realizó la traducción de varias obras francesas, impulsó el teatro, principalmente a Racine y Moliere, organizó una banda de música y un sinfín de tertulias.

Su casa no tardó en ser reconocida como “La Francia Chiquita”, por lo que el Santo Ofició inició un juicio en su contra acusándolo de blasfemo y hereje, entre otras cosas. En ese entonces, el Zorro tenía buenas relaciones y logró salir bien librado de esa problemática; cosa que no ocurriría años más tarde.

Al alcanzar su medio siglo de vida se vio así mismo invadido por una justificada y humillante frustración; por un lado su ingenio e inteligencia lo hacían ser muy superior a muchos de los que estaban en un rango superior en su carrera, y por otro, el estilo de vida que llevaba y las ideas que hacía valer ante todos, contribuyeron a que, la gente que no concordaba con él, frenaran su ascenso una y otra vez.

Alrededor de 1808 comenzaron los primeros movimientos para derrocar al virrey legítimo de la Nueva España, lo que ocasionó una gran cacería de criollos; él tenía amistad con la mayoría de los involucrados en las conspiraciones; sin embargo, declinó participar en ellas; aunque, posteriormente fue quien tomó la batuta en esa lucha.

El corregidor de Querétaro Miguel Domínguez y principalmente su esposa Doña Josefa al lado de algunos jóvenes oficiales del ejército como: Ignacio Allende, Juan Aldama, Mariano Abasolo, Joaquín Arias, Francisco Lanzagorta, entre otros, fueron quienes lo invitaron a participar en sus reuniones; ya que estaban conscientes de que necesitaban a alguien con carisma que fuera capaz de ser oído y seguido por la muchedumbre.

En la madrugada del domingo 16 de septiembre de 1810, se vieron en la necesidad de adelantar sus planes ya que habían sido descubiertos y tenían orden de aprehensión en su contra todos los involucrados. Por tal motivo, el cura con un aire de solemnidad les dijo a sus compañeros “somos perdidos; aquí no hay más remedio que ir a coger gachupines”, se encaminó al atrio de la parroquia, repicó las campanas con ahínco para llamar al pueblo y les habló de la humillante y vergonzosa sujeción del pueblo mexicano ante los españoles; proclamó la necesidad de pelear por los derechos y la libertad.

Entonces terminó su discurso gritando ¡Viva la religión católica! ¡Viva Fernando VII! ¡Viva la Patria y viva y reine por siempre en este continente Americano nuestra sagrada patrona, la Santísima Virgen de Guadalupe! ¡Muera el mal gobierno!

Fue entonces que El Zorro fue aclamado como Capitán General o Generalísimo de América, mucha gente lo siguió desde entonces hasta que un 21 de marzo, inicio de la primavera, marcó para todos los insurgentes el comienzo de infames interrogatorios y castigos, hasta que por fin el 30 de julio de 1811, los cuerpos del Capitán General, Allende, Aldama y Jiménez fueron decapitados, dando por terminado su sufrimiento. Sin embargo, la lucha siguió, con otros nombres, con otra gente hasta que se logró la tan ansiada independencia de México.

Hoy en día, seguimos recordando a El Zorro, Don Miguel Hidalgo y Costilla; así como a aquellos que lo acompañaron en su lucha; sin embargo, es triste darse cuenta que ese grito desesperado de aquella madrugada: ¡Viva la Patria…! ¡Muera el mal gobierno! Sólo se repite cada año como pretexto para hacer una fiesta, embriagarse y no ir a trabajar.

Ya no dependemos de España, ahora dependemos de lo que hacen o deshacen otros y nos conformamos con lo mínimo. Vivimos en un país libre gracias a nuestros antepasados, pero lo hemos llenado de violencia, corrupción e inseguridad. Tal vez sería bueno que cada uno de nosotros retomara ese ejemplo de “hidalguía” y “hombría” que caracterizó a todos los que recordamos en esta fecha.

sábado, 16 de agosto de 2008

La otra dimensión de Grillet

Cuando niños, seguramente después de ver alguna película que llenara nuestro gusto buscábamos escenificar de distintas maneras lo que podía habérsenos grabado ampliando cada vez más el goce por la multiplicidad de opciones que se nos presentaban en cada una de las representaciones.

Alain Robbe Grillet tuvo la fortuna de no olvidar aquellos juegos infantiles al aplicarlos en La Celosía, publicada originalmente en 1957, en Francia. El autor, fallecido a los 85 años de edad el pasado 18 de febrero a causa de una crisis cardiaca, después de dedicar su vida entera a la literatura, fue el iniciador del movimiento literario llamado noveau roman, caracterizado por un grado de objetividad en el que el autor no interviene en las situaciones o los personajes y muchas veces los personajes son sólo espectadores de un mundo de objetos que parecen cobrar el principal valor de las obras.

Esta novela de Grillet, La Celosía, nos ofrece diferentes perspectivas de una escena, de tal modo que el lector se siente atrapado en el laberinto infinito de la palabra que lo lleva al sueño constante que no termina, sino que da vuelta una y otra vez hasta lograr alcanzar esa sensación de haber vivido con antelación lo que se percibe.

La historia se desarrolla en alguna colonia europea ubicada en el continente africano, donde A... -el personaje femenino– y Frank conviven casi mecánicamente encerrados en lo que bien podría ser la dimensión desconocida, por la forma en que el autor nos embrolla con tantos principios y finales del mismo pasaje.

En alguna de las presentaciones de la historia se hace referencia a la visión que ofrece el mirar a través de un cristal adornado con burbujas, eso es lo que parece querer ofrecer Grillet con su Celosía, una visión distinta de cada momento encerrado en sus palabras.

La celosía en la obra de Grillet, refiere a la forma en que están dispuestas las ventanas del lugar en que se desarrolla la historia, de tal modo que al abrir cada una de ellas se puede apreciar la acción desde diferentes ángulos tal y como se describe en la novela.

martes, 1 de julio de 2008

¿Qué es poesía?

RIMA XXI
—¿Qué es poesía?, dices, mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul,
¡Qué es poesía! ¿Y tú me lo preguntas?

Gustavo Adolfo Bécquer


La pregunta causó una discusión interminable, una bocanada de respuestas e interpretaciones que jamás concluyeron. El poeta conservador defendía afanosamente sus palabras con la humedad de su voz. Los silencios prolongados causaban el embeleso del auditorio que presenciaba la dulzura de sus versos, nos acostumbró y nos convenció en sólo unos minutos que sus estrofas, el raudal de palabras escritas y ordenadas era poesía. La melodía de sus encantadores lectores, la cadencia de los movimientos del aire que escupían de su boca, endulzaban el oído y el espíritu de los que atónitos escuchábamos.

¿Qué es poesía?

El irreverente poeta mezquino, el populacho, el andante, el dueño de las calles y de las historias de peatones dice que la poesía no se adorna, no se canta y no se grita en el micrófono, la poesía se lee en silencio, en la noche, dice que viaja en la humedad de un beso y se disfruta en soledad o en compañía de la soledad. El poeta toma la cotidianeidad y la transforma con palabras, al borracho lo deja así, habla de su hedor y de sus labios húmedos; cual Bukowski estremecedor de realidades, alejado de la divinidad de Huidobro, más terrenal que la crueldad; juega con el lenguaje y la creatividad regalándonos versos, libres o no, con métrica o si ella, con sensibilidad e inteligencia.

¿Qué es poesía? Me confieso lectora, apasionada de éste género. Me embruja la poesía de Jaime Sabines, me enamora Joaquín Sabina. Joaquín y Jaime, Sabina y Sabines, uno me estruja y el otro acaricia. La oralidad de mi abuela, sus rimas, su melódico hablar, las historias en canciones, el sabor de los chismes, la historia de cada palabra, los años a cuestas de cada leyenda, su interminable curva melódica ascendente. De cada poema, de cada poeta, de cada palabra, de cada cantor, me quedo con la música en los labios de mi vieja.


Poesía... eres tú.
-Yo, jamás…
Ileana Cepeda

lunes, 30 de junio de 2008

PARADOJA DE LOS POETAS

Por Guillermo Berrones
En esta ciudad donde mucho se ha dicho que hay más poetas que depósitos de cerveza, les pido a los lectores me ayuden a definir qué es la poesía, qué hace al poeta, que mi cada vez más decadente fisiología cerebral me impide entender. La semana pasada viví esta paradoja que me obliga, litúrgicamente hablando, a guardar silencio y a reconocer que no sé leer ni escribir:
El lunes 23 de junio acudí a un evento al que me invitara el poeta Margarito Cuéllar. En la Casa de la Cultura de Monterrey se presentó El país de las tinieblas, una sobria edición de Ediciones de Medianoche que involucra a varias instituciones culturales de Zacatecas, donde el poeta ecuatoriano Iván Oñate (1948) entrega a los lectores y a la poesía su más reciente encuentro con la palabra y la imagen poética atrapada entre los hilos sedosos de su creatividad. La rabia enunciativa, la poética desgarrada, la trágica vivencia de Zacarías Jiménez; y la exquisita madurez de una voz templada en la fragua del verso, que a Cuéllar caracteriza, desentrañaron al alimón la esencia del poeta que ha sido traducido al francés, inglés, italiano, alemán, portugués y griego. Solo unos cuantos (veinte a lo mucho) disfrutamos la velada, íntima, intensa, verdaderamente poética. Y Oñate fue amable y complaciente, abierto, distante de la soberbia. Leyó una muestra estremecedora de su obra y recalcó: “la poesía no es un asunto de oficio (como la narrativa), es la imagen y la palabra que se le revelan al autor…” Luego un par de tintos relajaron la noche para concluir en Gargantúas con un maratón de lectores al que se integró Iván en un banquete platónico que acabó de madrugada en esta ciudad atestada de poetas (y ahora también de sicarios). Una muestra de este poemario que pronto reeditará la UANL:

XXI
En algún lugar
lejos del mundo
pero muy cerca de tu corazón,
se abisma el país de las tinieblas.

Entre agrestes montañas
como destinos arrugados por la mano de Dios

Habitan
seres ineptos
tanto para el cielo
como para el infierno.

Es el limbo,
el reino de la mediocridad.

La patria del silencio.

El viernes 27 de junio acudí accidentalmente a un evento. En el Museo de Historia Mexicana se presentó Placidez del aire, una soberbria edición de autor donde el “poeta” Alfonso Ramírez Reyes entrega a los lectores y a la poesía su más reciente obra, después de publicar polémicos textos pedagógicos. La sobria discreción del novelista Felipe Montes y la jocosa retórica de mi apreciado maestro, Cesáreo Garma, enmarcaron esta suntuosa presentación. El recinto estaba a reventar y había representantes del SNTE, del STENSE, de las Normales y de la Secretaría de Educación. También muchos profes, estatales y transferidos, y uno que otro despistado. Un público generoso, solemne y formal de aplausos intensos. Voces sonoras dramatizaron algunos “poemas” y el “poeta” Alfonso Ramírez Reyes sentenció enfático: “Este poemario deja de ser mío, es de ustedes y es para de-gus-tar-se…” Luego nos retiramos a casa. La ciudad ha ganado un “poeta” más (y también otro depósito en San Rafael). No puede ofrecerse una muestra del poemario porque en la hoja de créditos hay una leyenda que reza: “…Ninguna parte de esta obra puede ser reproducida o transmitida, mediante ningún sistema o método electrónico o mecánico (incluyendo el fotocopiado, la grabación o cualquier sistema de recuperación y almacenamiento de información), sin consentimiento por escrito del editor y el autor.” Mis respetos, pues.

miércoles, 11 de junio de 2008

DON QUIJOTE
LA LOCURA COMO TRAMPA LITERARIA

A más de 400 años de la primera edición del “Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha”, las personas ordinarias y comunes nos seguimos preguntando con cierto coraje, por que esta obra goza de tal fama. No lo sabemos, porque no obstante lo que se diga, su lectura y el conocimiento medianamente profundo de la misma es casi inexistente, de tal manera que la afirmación de que la mayoría de nosotros conoce al Quijote, no pasa de ser un mito cultural, una mentir disfrazada.

En esencia, Cervantes afirmó que su primera intención al escribir “El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha” era mostrar a los lectores de la época los disparates de las novelas de caballerías. En efecto, el Quijote ridiculiza las novelas de caballería; pero sus historias encierran mucho más que una actitud irónica contra estos los libros. Por su riqueza y complejidad, admite muchos niveles de lectura, e interpretaciones tan diversas como considerarla una obra de humor, una burla del idealismo humano, una destilación de amarga ironía, un manual para la libertad o muchos significados más, dependiendo de la capacidad lectora de quien se atreva a leerla.

En el punto del humor recuerdo una anécdota sucedida precisamente entre maestros, y en el aula donde alguna vez estudiamos la maestría. Cuando el maestro (uno que ustedes conocen por cierto) nos pidió que compartiéremos con nuestros compañeros la primera imagen que nos evocara el libro del Quijote, un compañero escritor, Romualdo Gallegos, respondió ácidamente que el Quijote de la Mancha y Sancho Panza, le recordaban a Viruta y Capulina.

La reacción del grupo ante este comentario es fácil de imaginar, todos reímos ante un comentario inesperado, pero desde mi punto de vista, perspicaz. Después de silencio impuesto por el humor del catedrático al haber escuchado aquello que le pareció una ofensa, la discusión que se generó dejó más enseñanza que los conceptos especializados del profesor. Entre otros, la extrañeza que produce el hecho de saber, que si este es un libro divertido, irónico, burlón y lleno de humor, porqué ha terminado por convertirse en el mejor texto asusta lectores del ámbito escolar, porque si bien es cierto que “El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha”, como ya lo mencionamos anteriormente admite leerse de muchas maneras, para muchos, se considera pecado abordarlo como un simple libro de historias chistosa y al margen de toda esa información que termina por sepultar el deleite por a lectura misma. Entonces es necesario reconsiderar la forma en que se aborda este libro para acercarse a él como lo que es, un simple libro de aventuras donde las costumbres y los valores se entretejen de tal manera que sin necesidad de enunciarlo se convierte en un texto didáctico. Porque Sancho el Gordo, representa la ambición, el pragmatismo y el apego a los valores materiales, mientras que don Quijote, el Flaco, representa el ideal, la locura de creer que el mundo puede ser justo. Don Quijote y Sancho son entonces dos personalidades opuestas pero integradas, complementos del rostro que todos poseen, el bien y el mal, la sombra y la luz, el oportunismo y la humildad, lo terrenal frente al espíritu.

Sin embargo la pureza del espíritu que exige el noble caballero a Sancho Panza, no puede existir más que en la ingenuidad de la ignorancia o bien en el desacato de la locura. Chifladura del caballero andante que atesora un razonamiento profundo que se adentra en lo filosófico: la lealtad, el amor, la justicia, son las constantes de una sociedad en crisis que llega hasta nuestros tiempos. Será por sutileza artística, por miedo a decir lo pensamos, o una forma para engañar a la crítica, lo cierto es que la literatura recurre a estos personajes, que como el Quijote padecen esa locura ingenua que nos produce cierta compasión, lástima que se transforma en comprensión y que termina por ganarse nuestra simpatía, una devoción como aquella que produce el personaje infantil de Lazarillo de Tormes, queriéndole ganar al ciego.

La locura como estado consciente, no es nueva en el mágico mundo de la literatura, más bien es una constante literaria, tanto renacentista como de todos los tiempos. Recordemos que por esa misma época el humanista Erasmo de Rótterdam, escribe una de sus obras más famosas, “Elogio a la locura”, una sátira contra las costumbres y tendencias de la época, aunque para este autor la locura representa un estado opuesto a la enajenación quijotesca, ya que la define como la estupidez que afecta a los seres humanos, estupidez que está en nuestras vidas aunque nos neguemos a reconocerla. Una manifestación artística más cercana a nuestros tiempos, es el surrealismo, en su manifiesto Andree Bretón afirma que el hombre es un soñador por naturaleza, pero cuando conserva un poco de lucidez, no le queda otro camino que volver la vista atrás y entonces comprende que su estado actual se rige por amenazas.

Pero el hombre sigue jugando a locura de soñar, porque reducir la imaginación a la esclavitud del recuerdo es despojarse de lo más hondo de sí mismo; y como al Quijote, solamente queda la manía de la imaginación, aquella que nos permite saber hasta dónde podemos llegar y qué queremos ser, basta con abandonarnos a ella. Entonces la pregunta es, ¿Cuál es límite, cuál es la sutil frontera entre sueño y imaginación?, ese punto en que nuestro pensamiento se aleja de la realidad para convertirse en locura, la locura de creer que nosotros cambiaremos a la sociedad siendo buenos maestros, la locura de creer que algún día conquistaremos nuestros anhelos, la locura de pensar que la felicidad completa existe.

Curiosamente, Para Michel Foucault, seguidor del movimiento de la llamada antisiquiatría, la locura no es un fenómeno propiamente individual, sino social, ya que es una forma de respuesta a las incoherencias y contradicciones de la vida. En todo caso, por experiencia sabemos que la locura brinda cierto grado de libertad, no tendría que ser de otra manera para Cervantes y sus personajes, ese estado de alteración le ofrece la posibilidad de ser diferente, por más que se critique a los se atreven, - ése dice lo que piensa –esta loco-, ése esta en contra del sindicato-, ese cree que en éste país algún día habrá justicia-, todos están locos, todos estamos un poco locos cuando nos atrevemos a soñar, porque somos, algunas veces víctimas de la imaginación, y en ese sentido somos capaces de quebrantar las reglas, y como quijotes podemos asumirnos indiferentes a la critica de que seremos objeto.

Quizás por ello los géneros literarios tienen personajes que rayan en la locura, porque bajo esta trampa, la ingenuidad inteligente se agudiza en forma de ironía, burla, o crítica a las necedades humanas. Ejemplos hay muchos: Herrman Hess es autor de un libro titulado “El lobo estepario” Solo para locos, el perfil de los personajes y de las historias de de Franz Kafka raya en la esquizofrenia, Gibran Jalil Gibran, escribió un libro titulado “El loco”, y aún sin títulos o personajes expresos, habría que leer a Bukosky par resolver el dilema de saber si su locura es autentica o un recurso literario llevado hasta sus últimas consecuencias.

Amada imaginación, dicen los surrealistas, lo que más amo en ti es que jamás perdonas. Por eso don Quijote actúa como un orate, como un paranoico que lucha contra sus enemigos representados en los molinos de viento, asalta ventanas por castillos, ama a Dulcinea, el amor perfecto de una mujer imaginada, no importa estrellarse contra la verdad, contra la cruda realidad, al final nadie cumple con las reglas por eso crea las suyas propias.

La única duda que queda por desentrañar es el misterio de saber si don Quijote estaba en realidad loco, o era tan lúcido como para inventarse un mundo a su medida, porque de ser así, habría que leerlo con verdadero detenimiento y acabar de una vez por todas con esa creencia de “El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha” es un libro aburrido y que no tiene nada por enseñar.
José Enrique Saucedo Tovar
Monterrey, Junio de 2008

jueves, 8 de mayo de 2008

Sontag y su interpretación del arte

«El arte tiene forma y no hay que buscar su contenido» es la propuesta de Susan Sontag en su ensayo titulado “Contra la Interpretación”, publicado originalmente en Evergreen Review en 1964, para después aparecer en su colección de ensayos, ya traducidos al español, con el mismo título en la edición de Seix Barral en 1969.

Esa premisa referente a la forma y contenido en el arte, recurrente a lo largo del escrito de Sontag, refiere que en el momento en que la obra es interpretada pierde el sentido real que quiso imprimirle el autor. Esta interpretación, llevada a cabo por una persona o un grupo de ellas, tiene en contra de la obra la visión estrecha que se pudiera aplicar en la misma, convirtiéndola así en una interpretación parcial de acuerdo al antecedente cultural, gusto y estado de ánimo con el que se hace el análisis interpretativo.

Si el arte es la imitación de la vida (o de lo que se aplica en ella), según Platón, no es posible interpretarla cada vez que nos topamos con él, pues como se vive día con día, habrá que vivir el arte mismo y disfrutarlo para poder llegar a interpretarlo en su esencia última, tal y como se sugiere que se viva.

¿Porqué torturar nuestras mentes tratando de descifrar lo que el autor quiere decir, si bien únicamente podemos disfrutarlo? Es lo que parece preguntar Sontag en cada una de sus líneas, lo cuál me recuerda aquella película de Angélica María y Fernando Luján discutiendo por el significado del arte abstracto y donde el último no necesita explicar el contenido de su obra porque ésta habla por sí misma y sería un desperdicio tratar de buscar las palabras precisas que describan su sentimiento al momento de crear.

El arte en sí mismo no busca describir, sino representar; pero en la actualidad es tanta la urgencia de significados que parece imposible que alguien escriba, pinte o esculpa algo sólo por el placer de hacerlo y si así lo hiciere el público tendría que buscar el modo de enfrascarse en eternas discusiones de lo que el artista quiso decir con tal o cuál color, trazo o palabra.

Ahora bien, menciona Susan Sontag, no es que no sea posible describir una obra de arte, pero hay que hacerlo desde la forma, para lo cual debemos aprender a ver más, a oír más, a sentir más para así mostrar cómo es lo que es (...) y qué es lo que es el arte.

lunes, 5 de mayo de 2008

Cuentos de amor y locura soledad

Bendita naturaleza humana que nos permite mantener abiertas puertas
y ventanas como una alternativa para evitar la locura.
Frase célebre, escrita por una celebración

Lo esperaba a las seis de la tarde como todos los días. Escuchaba el rumbido de su auto y se apresuraba acomodándose el pelo y ajustándose el pantalón. Se asoma despacio pues quería asustarlo, y ¡sorpresa! Grita con fuerza mientras él se estremece al verla, voltea con una sonrisa forzada, los nervios se le notaban en los ojos desorbitados. –¿Nos vamos?- le dice subiéndose al coche –sí, pero antes… -¿papá quién es ella?- le pregunta un niño desde dentro del coche. Ella voltea y le pide una explicación, él no aguanta más y suelta la risa, le explica que quería hacerle una broma. Había entrenado a su sobrino para que le llamara papá delante de ella. Ella suelta las manos y huye corriendo. –Sólo quería un motivo para cantarte la canción que te gusta-, le grita con fuerza, -quería traerte serenata esta noche-, los gritos le dan fuerza a sus pasos que se convierten en un andar agitado. La persigue gritando y cantando la canción, ella no lo escucho nunca más, desconoció la realidad.
Vagó por las calles día y noche, algunas veces se sentaba en la plaza sola y cantaba susurrando su canción preferida. “le quise explicar que era sólo una broma, no me quiso escuchar…”


Era el día de su boda, se casarían por lo civil. Una noche antes ella recibía la llamada de su novio pidiéndole tiempo para pensar la decisión que tomarían, casarse era algo muy serio y la duda no podía caber en una sentencia así. Suelta el teléfono sin saber que hacer, no podría cancelar la boda que había preparado. Pensando que fue un horrible sueño y sin decir nada se fue a dormir. Al siguiente día sus manos apretaban las flores y la pluma donde plasmaría su firma. El papá del novio interrumpió en las sala disculpando a su hijo, quién no llegaría a la boda. Había salido una noche antes dejando una nota en el televisor diciendo que era demasiado joven para casarse. Salió huyendo en su camioneta y se quedó sin frenos en el camino. Murió instantáneamente al chocar en el camellón central, algunos juzgan como justa su muerte, -cómo se le ocurrió hacerle eso, dejarla plantada-, -se lo merecía- nadie se percató de la sonrisa de la novia, parecía estática pero sus ojos sonreían, permaneció inmóvil y pidió firmar el acta, salió caminando dejando una firma y una marca de grasa en el papel que la llamaría sola.




La curiosidad mató al gato y ella moría de ansiedad por revisar su correo.
Meses antes, había confiado el nombre de usuario y contraseña a su novia olvidadiza. Quizá pensó que nunca lo recordaría, no contaba con que lo anotaría en su ordenador y al revisar los archivos lo encontró. Inscribió con miedo el nombre de usuario, la contraseña y resultó. Los segundos se agrandaron mientras leía el mensaje “cargando”. Entró al correo y se encontró con varios mails de una mujer. Inmediatamente consultó los correos enviados y justamente cada uno de ella, había sido contestado por él. Algunas veces ella comenzaba la conversación y otras la originaba él. Leyó uno a uno los correos, cada párrafo, cada palabra. Encontró recados como “te extraño”, “te admiro”, “eres increíble”, “nos vemos para almorzar”, “te quiero”, “extraño tus despedidas con un beso”, “quería llamarte de madrugada”, “eres maravillosa”, serenamente ella recitaba los mails. Día a día se preparaba puntualmente, de seis de la tarde a dos de la mañana y leía una a una las palabras que desgarraron su razón…

jueves, 24 de abril de 2008

¿Jubilemos la ortografía?

Tengo que confesar algo: soy Lucy y cometo errores ortográficos. Para la mayoría de la gente no debe resultar un problema muy grave; sin embargo tengo que confesar otra cosa (un pequeño detalle): soy maestra de español. (aquí entran las burlas de mis queridos amigos y el comentario agrio de mi hermano).

¿Qué es la ortografía?, ¿para qué la enseñamos? La ortografía es la parte de la gramática normativa que fija las reglas para el uso de las letras y signos de puntuación en la escritura; así mismo, se basa en la aceptación de una serie de convenciones por parte de una comunidad lingüística con el objetivo de mantener la unidad de la lengua escrita.

Desde hace muchos años han existido varios pedagogos que han propuesto eliminar la ortografía cambiándola así, por una escritura “fonémica”, es decir: una sola letra para cada sonido y un solo sonido para cada letra.

Entre los anteriores se encuentra Gonzalo Correas quien fue un revolucionario para su tiempo (1630), en sus tratados de ortografía propone “liberar” el castellano, eliminando las letras inútiles “para ke eskrivamos komo se pronunzia i pronunciemos komo se eskrive, kon deskanso i facilidad, sonando kada letra un sonido no más”; el cual, como era de esperarse, tuvo muchos detractores.

Actualmente sigue existiendo ese afán de simplificar la ortografía, como lo menciona García Márquez, su propuesta no es tan drástica como la de Correas, él pide que se jubile la ortografía, “…terror del ser humano desde la cuna: enterremos las haches rupestres, firmemos un tratado de límites entre la ge y jota, y pongamos más uso de razón en los acentos escritos, que al fin y al cabo nadie ha de leer lagrima donde diga lágrima ni confundirá revolver con revólver... “ Ya que lo que ocasiona el estudio de las reglas ortográficas es “que los estudiantes odien el idioma”

Por eso, como buena maestra de español, amo mi idioma y lo errores que a veces cometo no son tan malos (ni tantos, nada mas que hay gente muy exagerada); según Alatorre (1998) no hay correcciones o incorrecciones, el que algunas personas utilicen ciertas formas “incorrectas” significa que están manteniendo viva una forma que anteriormente era aceptada como “correcta”.

Nuestra lengua está constantemente cambiando; perdón, pero tengo que confesarles que nuestra lengua ya perdió su virginidad; entendiendo dicho concepto como el estado en el que un proceso se mantiene como en su origen sin haber sufrido alguna alteración de ningún tipo, y ella cambia, se transforma, no es uniforme; siendo así ¿qué significa el hablar y escribir con corrección y propiedad?

sábado, 22 de marzo de 2008

Rompe el Alba

La problemática de los inmigrantes mexicanos a los Estados Unidos y la discriminación de los norteamericanos hacia nuestro pueblo es el tema que aborda Rompe el Alba, basada en la vida de Pedro J. González, mensajero de las fuerzas armadas de Francisco Villa durante la Revolución Mexicana y posteriormente locutor de radio en California.

Rompe el Alba es una producción chicana de finales de los 80’s, dirigida por Isaac Artenstein y estelarizada por el cantautor Oscar Chávez, como Pedro J. González y María Rojo, quien interpreta el papel de María Salcido, esposa del polémico protagonista de la película.

La historia se desarrolla en el año de 1928, cuando muchos de los mexicanos que resultaron afectados por la revolución salieron de nuestro territorio nacional, con la finalidad de buscar fortuna y una mejor vida para sus familias en los Estados Unidos de Norteamérica. Al llegar al país vecino, el matrimonio González-Salcido, es recibido por un primo de Don Pedro que les ofrece vivir con él y su familia en California, mientras éste consigue trabajo y dónde vivir.

Los diálogos que se presentan en Rompe el Alba son, hasta cierto punto, atrayentes por la fluidez con que se mezcla el inglés y el español, lo cual demanda atención del espectador; sin embargo, al principio de la trama pueden resultar tediosos y sin sentido pues se incluyen pláticas sin trascendencia para el desarrollo de la película.

Pedro González (Chávez), es convencido por su primo de buscar trabajo en las radiodifusoras locales, cosa imposible en ese tiempo para un mexicano por la ideología tan marcada contra su origen. González, con insistentes argumentos, logró persuadir al dueño de una estación de transmitir publicidad en español para que los latinos que habitaban en California acudieran a los comercios de la localidad, logrando así colocar mayor tiempo aire de publicidad y aumentar el raiting de la estación.

Rompe el Alba tiene cierto toque de cine alemán de los años 60’s, pues maneja dos planos de acción, uno en tiempo real de la película y, yuxtapuesto a éste, otro en los recuerdos de Pedro J. González; además, tiende a hacer uso de las tonalidades sepias en los interiores y colores claros en las escenas realizadas en exteriores que le ofrecen al espectador la imagen de fotografía antigua en sus planos y encuadres.

Poco a poco la trama envuelve al espectador, hasta llegar al punto en que González tiene un éxito desbordante y comienza a tener problemas por razones políticas con un fiscal de California. Las actuaciones, fluidas en sus intercambios dialogales, muestran a una María Rojo destacada en su trabajo, opacando las más de las veces a Chávez, que como actor es muy buen cantante; aun así, difícilmente se puede imaginar a otro actor mexicano en el papel de González pues Oscar Chávez tiene la personalidad y la fuerza que exige el personaje.

Rompe el Alba muestra, de manera clara, lo que se vive hasta nuestros días en el vecino país del norte contra los mexicanos; es una cinta capaz de cambiar el estado de ánimo del espectador de forma inmediata provocando la reflexión y generando conciencia sobre la fuerza que tenemos para reiniciar una nueva vida lejos de los nuestros.

miércoles, 5 de marzo de 2008

Día Internacional de la Mujer

¡Hola, mujer! Te saludo desde la hermana república de la inconsciencia; próximamente se celebrará tu día. ¿Otra vez? Pero…si todos los días son tu día. ¿O no? Todos los días alguien te coquetea, te lanza un piropo y alimenta esa sutil femineidad con que te revistes; alguien te felicita por la eficacia y la eficiencia de tu desempeño laboral; alguien se queda sediento de tu cuerpo y de tu alma después de escuchar y sentir el grito de cada una de tus células; alguien deja de dormir reviviendo tu sonrisa, con la esperanza de conquistarte el siguiente día, el siguiente mes, el siguiente año, si no, tal vez, la siguiente vida; alguien se maravilla de la sorprendente manera de lograr tus propósitos, sin importar el cómo, el cuándo, o el dónde; alguien sueña con tu cálida cabellera escurriendo por sus manos y tu cabeza recargada en su hombro; alguien compite contra ti, para obtener una mejor calificación, y darse cuenta que eres muy superior a él; alguien disfruta del exquisito aroma que tus manos prepararon con arte, como preámbulo al gozo de compartir el platillo favorito; alguien se sorprende de tu fortaleza ante una pérdida irreparable; alguien se conmueve ante el misterio de la gestación y el nacimiento de una nueva vida; alguien se sonroja ante tu mirada clara y transparente; alguien se enternece al observar el esmero con que peinas el delicado cabello de tu crío; alguien se vuelve tu cómplice, en las más deliciosas aventuras; alguien te imagina, para moldear su escultura; alguien te recuerda, en una sucesión interminable de imágenes que le dan sentido a su vida.

Gilberto Garza

martes, 4 de marzo de 2008

Las Habas del Norte

2.- Regionalismos…
- ¡Buenos días mushashos!, me da musho gusto conocerlos y trabajar con ustedes. Hay que esharle mushas ganas para terminar muy bien este bimestre.

Además de las miradas expectantes de los jóvenes que, sin previo aviso recibían a la maestra que sustituiría a la oficial, pude percibir un cuchicheo que juzgaba duramente el silbido que produzco al pronunciar la “Ch”

Un día de septiembre del año 2004, recién llegada, obtuve un interinato para cubrir la incapacidad de una maestra de español en cinco grupos de la Secundaria No. 10 del Centro de Monterrey.

Con seis años trabajando en ese nivel y considerando que aquí (o allá) y en China los adolescentes son parecidos, pensé que la experiencia sería de lo más sencilla; pero, contrario a lo que esperaba, los alumnos no sólo tenían las distracciones propias de su edad (el sexo opuesto, las fiestas, los amigos, etc.); además, su pasatiempo favorito durante la clase, era burlarse (a veces discretamente y otras no tanto) de mi forma de hablar.

Fue mi primer encuentro con las diferencias léxicas y regionales de mi nuevo hogar. Cabe aclarar que aún cuando había convivido con personas de muchas entidades, lo más que había sucedido es un ligero comentario acerca del acento y el timbre, pero eso se salía de toda proporción.

Intenté de muchas maneras evitar que siguieran burlándose, inclusive les pedí que me enseñaran a pronunciar de manera correcta y recuerdo a una niña que consideradamente me dijo: “maestra, sólo póngale una "t"antes de la “ch”. Empecé a seguir su consejo, pero la fuerza de la costumbre se impone y creo que de cada diez palabras con “ch”, sólo una se escuchaba bien y cuando eso pasaba, todos aplaudían y se volvían a distraer.

Ante el poco éxito de los resultados de mi práctica, aproveché esa situación para hablar sobre las variantes léxicas y fonológicas y les narré, acentuándo más mi error en la pronunciación (shhh), cómo era un día en mi pueblo:

Los “buquis” de La Colorada, son “güilitos” y de ojos “pipizquis”, cuando el calor arrecia salen “bichis” a jugar con las “cachoras”, unos a otros se dan “tatahuila” o se cargan “a papuchi”, no les preocupa caerse en el “zoquete”, llenarse la rabadilla de “alguates” o que les piquen los “mochomos”.

Cuando regresan a su casa, ya anocheciendo, sus “nanas” los regañan y si lloran, los “chinquechan” y les dan con un “sibiri” en las nalgas, ‘pa que se les quite lo “chipilón”

Por supuesto que todos se reían y ponían cara de ¿cómo?, por lo que anoté el texto en el pizarrón y los invité a que lo copiaran e investigaran el significado de las palabras que no comprendían. Al final resultó un trabajo muy rico y mi forma de hablar fue bastante ilustrativa para la comprensión del tema, ya que los alumnos se interesaron mucho y además de la tarea llevaron más ejemplos que les parecían graciosos o extraños.

La conclusión a la que llegaron, es que aún en una misma ciudad, un mismo estado o una misma región, existen muchísimas expresiones y palabras diferentes y que si eso sucede con quienes hablan un mismo idioma y que aparentemente tienen costumbres semejantes; ¡pobres los que quieran aprender nuestro riquísimo español!, aunque, no recuerdo haber visto a alguien que se burle de un extranjero porque no pronuncia correctamente o utiliza palabras que no son las adecuadas, pero tampoco dudo que suceda, ¡Donde quiera se cuecen habas!

Con el tiempo y mucha atención he ido corrigiendo mi forma de pronunciar la ch y casi lo he conseguido totalmente, porque yo me adapto muy rápido a las cosas.

¡¡¡Ah, cómo shingados no!!!

Thelma Andalón

domingo, 2 de marzo de 2008

Los bárbaros

Reescritura del poema de Constantino Cavafy. Es un texto que disfruto mucho, pero que en la traducción suele perder casi todas sus características rítmicas y musicales. He intentado manejar el verso alejandrino como una forma de rescatar la sonoridad que posee el original en griego. Ha sido necesario cambiar algunas palabras, pero las desviaciones no son mucho más graves que en las traducciones que sólo buscan el significado. En este vínculo se pueden encontrar los textos originales (escrito y oral), además de una traducción al inglés con demasiadas licencias.

ESPERANDO A LOS BÁRBAROS
Por Constantino Cavafy

-¿Qué estamos esperando, juntos en el ágora?

Es por los bárbaros que llegarán este día

-¿Por qué hay en el Senado tan poca actividad?
¿Por qué los Senadores están sin legislar?

Es porque los bárbaros llegarán este día,
¿y qué leyes harían los Senadores ya?
Al llegar los bárbaros, ellos legislarán.

-¿Por qué el emperador despertó tan temprano
y se sentado se encuentra ante el portón mayor
en su trono, solemne, con su corona puesta?

Es porque los bárbaros llegarán este día
y el emperador quiere recibir en persona
al jefe, a quien dará un pergamino lleno
con honores, títulos y muchísimos nombres.

-¿Por qué a nuestros cónsules se ve junto a pretores
ataviados con togas púrpuras y bordadas,
por qué los brazaletes con tantas amatistas
y anillos con tan grandes, brillantes esmeraldas;
por qué portan hoy día sus valiosos bastones,
tan espléndidamente de oro y plata labrados?

Es porque los bárbaros llegarán este día
y les deslumbran tales cosas a los bárbaros

¿Por qué los oradores esta vez no han venido
a decir sus discursos como antes ha ocurrido?

Es porque los bárbaros llegarán este día
y elocuencias y frases encuentran aburridas.

¿Por qué toda la gente se ve de pronto inquieta
y confusa ?(Que serios se ven ahora los rostros.)
¿Por qué tan pronto dejan vacías calles y plazas
y vuelven a sus casas mudos y pensativos?

Porque anocheció y los bárbaros no llegaron
y desde las fronteras, han venido personas
y han dicho que dejaron de existir los bárbaros.

¿Y qué haremos ahora si no quedan bárbaros?
En cierta forma ellos nos resolvían las cosas


miércoles, 27 de febrero de 2008

El extranjero

Hay actos humanos sobresalientes por lo que conllevan; sólo el hombre es capaz de tomar decisiones concientes de su trascendencia. Las disyuntivas cotidianas nos imponen caminos diversos, es ahí donde se refleja con fidelidad la naturaleza humana.

En toda decisión hay una gran dosis de valor porque el hombre sabe lo que significa seguir o cambiar ya que nunca faltarán voces autorizadas que señalen o cuestionen tal decisión, pero ¿quiénes somos nosotros para estar a favor o en contra de una decisión personal sujeta a la hermosa contradicción que significa vivir y que ha hecho posible que esto siga rodando hasta el sino infinito?, se dice que sólo el que carga la piedra sabe con exactitud cuanto le pesa y que hacer con ella.

En el caso de Guillermo, seguramente la transformará en textos reveladores, cuestionadores, inteligentes, cínicos, críticos, leves y pesados en la que se observará lo importante de la pérdida de su voz dentro de una institución que requiere, para nuestros futuros docentes, modelos o referentes a seguir en el uso inteligente y sensible de la palabra.

Como en otros casos, pasados y por venir, sólo el tiempo inexorable y tirano, ponderará tal decisión.

Para mí es una renuncia pero jamás un abandono.

P. D. –quién lo mató- -Fuenteovejuna, señor-

martes, 26 de febrero de 2008

Guillermo

Estar en una nómina, recibir quincenalmente un cheque, asistir a un centro de trabajo, no son, afortunadamente, los requisitos para cultivar y conservar una amistad; hay amistades que crecen y se fortalecen a pesar de la distancia y los tiempos de coincidencia, hay amistades que perduran a pesar de breves saludos en la diaria carrera de asistir a los grupos, hay amistades que se pueden enriquecer en un breve pero sustancioso diálogo.

Hay amigos que son indulgentes en las ausencias involuntarias y que siempre tienen la palabra justa en el momento adecuado, hay amigos que te tienen presente, te recuerdan, te invitan, te perdonan, te advierten de alguna dificultad latente. Amigos con los que puedes reaundar una conversación y pareciera que es fresca y nunca fue interrumpida.

Hay personas que como Werther, toman una decisión incomprensible para muchos, pero viene a ser el ejercicio pleno de la libertad y la congruencia con sus convicciones; hay que tener un gran valor para actuar, nos resistimos a aceptarlo del todo, quienes creamos lazos de afecto y quisiéramos navegar, siempre juntos en el mismo barco.

He aprendido a respetar profundamente el albedrío de las personas, no soy el indicado para cuestionar las decisiones de nadie y mucho menos de aquellos seres que son pensantes y capaces de exponer su pensamiento y compartirlo en un texto, de aquellos que han recorrido un largo camino retratando el paso de la vida en sus más valiosos instantes. No puedo negar que es triste saber que dejas, no sólo la Normal sino este Colegio que queremos tanto y por el que tanto hemos luchado.

Estoy seguro que la siembra seguirá y que continuarás realizando tu labor en otros espacios, estoy convencido que no fue en vano tu paso por aquí, seguramente serás recordado con cariño por tus alumnos de Regulares y Mixta y por todos tus compañeros y amigos de la normal en especial los de ladoble ele.

Guillermo: no nos diste ni chance de intentar detenerte o disuadirte, no por reprobar tu decisión, sino, egoístamente, por no privarnos del gusto de verte por aquí seguido cumpliendo tus labores. de cualquier forma no te irás, no porque no aparezcas en una nómina dejarás de estar presente; esa nimiedad no nos impedirá continuar la charla pendiente, beber las copas postergadas, intercambiar ideas, bromas, anécdotas y compartir el gusto de exprimir con avidez hasta la última gota de esta vida.
un gran abrazo, amigo
carlomar

Entiendo que nadie es imprescindible para la subsistencia de los demás; sin embargo, cuando los tiempos se pintan duros, cuando los lazos se fortalecen entre los actores de la maraña vida que nos acompaña, cuando se tiene la certeza de saber en qué se pisa y a quién, al mismo tiempo que sabes quién te pisa, cuándo y cómo, nada parece tener el precio suficiente para soportar la serie de señalamientos que se hacen a la distancia por unos cuantos que no saben exactamente qué es lo que pisan ni a quién.

Seguimos de pie en este espacio que permite decir mientras la cola sea corta, y a veces nos preguntamos qué diablos hacemos para cambiar lo que tenemos entre las manos. Venimos, cumplimos nuestros horarios, casi siempre damos feria de más en beneficio de nuestros alumnos –acto que muchos ven mal en estos pasillos-, nos disponemos diariamente a no rajarnos por este día porque casi nadie toma en cuenta los esfuerzos: los alumnos se quejan del trabajo, quienes los cuidan hacen llamados de atención porque hay que cuidarlos, quienes administran se dejan llevar por los chismes acumulados, quienes defienden al trabajador se ausentan a su conveniencia, y nos siguen jodiendo por todas partes.

Piden que te entregues sin preguntar, piden que seas buen maestro, que seas leal al foro de los besa culos, que te agaches cada vez que saludes a los enanos que se creen gigantes, que te rasgues las vestiduras cuando se tache a tu centro de trabajo como un recuerdo lejano de lo que fue y no es, piden que seas uno sin recibir nada a cambio salvo tu salario devengado, apenas suficiente para pagar el transporte que te trae hasta aquí; dicen entender el placer de estar en las aulas, aunque hayan pasado años sin pisar una a menos que sea para presumir lo que hay o reclamar lo que falta, hablan de servicio mientras se sirven, hablan de atender mientras te tienden.

Hoy entiendo a Rogelio Reyes que decidió alejarse de este marasmo de chingadera que nos traga cada día, con su eterna justificación de que está más allá del bien o del mal; pero no comparto, y me desconcierta, la decisión de mi amigo que abandona el barco cuando el viento está en calma ¿será para aprovechar las aguas mansas? ¿qué no se da cuenta que siguen turbias? ¿acaso existe una isla que no cobra la estancia?

Muchas veces, cuando el día termina y llego a casa agotado de este ritmo que me exijo, mi conciencia me pide que también deje el barco, que busque otra forma de sobrevivir, que deje de cuidar lo que pocos cuidan. Juro que he estado tentado a seguir su consejo, que muchas veces no le veo sentido a lo que hago, que seguido me cuestiono si vale la pena seguir aquí… Mi respuesta ha sido cada vez la misma: “Sí, si vale la pena”.

Me gusta mi trabajo, sobre todo en la Normal que es mi apuesta, la presión que sufro es la misma que la de mis compañeros, la marginación no existe porque la ignoro y porque aquí tengo grandes amigos a quienes quiero y respeto mucho y en quienes me apoyo, sin decirlo, cuando lo necesito, mi trabajo es con mis alumnos, aquellos con quienes comparto lo poco que sé y de quienes he aprendido grandes cosas, mi trabajo es formar formadores, mi trabajo es preparar a los futuros maestros de mis hijas, sobrinos y otros tantos que no conozco; eso es lo que hace que valga la pena seguir, eso es lo que me mueve y divierte, el reto que me he fijado, la carga que estoy dispuesto a cargar hasta que ya no pueda más, y todo porque siento la frase que forjó San güelito: “En la nobleza de la Juventud y en la vocación del maestro…” yo también confío.

Decir, hablar, gritar, susurrar, rumiar, observar, mirar, callar, volver a decir, es lo que tengo qué hacer para seguir. Si te vas amigo, adelante; tus motivos debes tener, pero no vayas a decir que en este círculo vicioso y asfixiante no haces falta… los que queremos continuar seguiremos adelante, (esperando el próximo concurso) y si hace falta tu voz exigiremos que la alces con nosotros.

RENUNCIA

Renuncia Fidel a la presidencia de Cuba. La noticia sorprendió a más de uno que esperaba que la muerte y no la renuncia, dignificara a este hombre. -Nos habíamos acostumbrado a ti Fidel, es más me hubiera gustado estar en tu isla durante tu mandato-, ¿qué pasará entonces?; y ahora ¿qué haremos?; la dictadura, ¿durará?

En este texto no pretendo hacer una cronología de las noticias recientes sobre la renuncia de Fidel sino; una aproximación de nuestra idea de la renuncia y el abandono. Aprovecho la renuncia de Fidel para abordar el tema y estremecer ante las renuncias.

El rechazo. Inmediatamente después del anuncio, el receptor tiene un sentimiento de negación, no al no; de cuestionamientos ¿por qué?. En el caso de la oposición la renuncia causará satisfacción inmediata, pero después, se preguntarán ¿por qué? misma pregunta, misma respuesta. El cuestionamiento, se deberá entonces a la costumbre de las situaciones en las que te encuentras, así como al desconocimiento o incomprensión de las razones del abandono.

Renuncia. El término termina mal, terminas, abandonas, dejas y expulsas con las renuncias. ¿Qué? Ideologías, investigaciones, labores o compromisos. El abandono que rodea una renuncia se ve imperado por la conciencia y la reflexión.

Los aciertos. Las consecuencias de la renuncia pueden ser acertadas o no, esto lo determinará la persona que la ejecuta, la comunidad que se encuentra inmersa en las decisiones, acepta o rechaza las renuncias, pero serán sólo testigos más no participes de la acción y elaborarán reacciones a favor o en contra.

Los errores. Sólo la persona que renuncia será responsable de las equivocaciones que pudo haber cometido. Sólo él, será responsable de las decisiones, buenas o malas; acertadas o no.

Entonces las renuncias se pueden percibir en reacciones a favor o en contra de una comunidad inmersa en el mismo contexto, ésta determinará el acierto o el error de la renuncia, pero el sujeto que renuncia será el que considere pertinentes los juicios de que se le acusen. Las renuncias en el marco de provocar reacciones, serán también una denuncia, un anuncio o una apelación.

Tomando en cuenta que hacemos señalamientos de las renuncias, tomamos parte en la acción y emitimos juicios, debemos entonces preguntarnos.

Guillermo ¿Tú renuncia es, una denuncia?

Y después la media vuelta. Después de la renuncia viene entonces el olvido, poco a poco tu nombre irá perdiendo fuerza, siempre estarás en listas en algún documento, pero en la voz tu nombre será apenas un susurro, lo pronunciarán en voz baja y se acostumbrarán a conjugarlo en pretérito, pospretérito y copretérito, perfecto o imperfecto. El olvido entonces borrará tu nombre de los pasillos y lo vomitará en el polvo que barren de las escaleras, las escaleras del nuevo proyecto.


P. D. Ayer el conserje de la escuela barría con afán
la molesta tierra que nunca acabará.

miércoles, 13 de febrero de 2008

¿Y los egresados?

Las instituciones educativas ofrecen un servicio a todos aquellos que se inscriben en ellas; los inscritos pagan para que se les provea de un “producto”, en este caso son los conocimientos, habilidades, capacidades, etc. si lo vemos desde ese punto de vista, ¿por qué no damos póliza de garantía a nuestros egresados?

Existen instituciones en EEUU, que les ofrecen “garantía” a sus egresados; ésta consiste en que, dentro de los cinco años posteriores a su egreso, tienen el derecho de inscribirse (sin costo alguno) en cursos de capacitación y actualización; siempre y cuando dentro de su licenciatura o especialidad, ocurran cambios, reformas o inclusiones de cualquier tipo.

Dicho punto me llama la atención; ya que me encuentro investigando sobre “el seguimiento a egresados” para la tesis de mi maestría y según lo que he observado en algunas de las encuestas, es que las primeras generaciones fueron “capacitadas” según la reforma de secundaria del plan 93 y ahora se topan con que tienen que laborar de acuerdo a la reforma del 2006.

Es aquí, donde entraría el compromiso de la normal para con sus egresados; teniendo en cuenta la tarea tan importante que tenemos todos los maestros al trabajar con los adolescentes, sería muy enriquecedor que se contara con una comunidad de egresados, donde se intercambiaran experiencias, conocimientos, dudas, debilidades, fortalezas, etc.

Tal vez, en estos momentos, no sea fácil la creación de dicha comunidad, ya sea por presupuesto, por los espacios, por los tiempos, en fin, son muchos los aspectos que hay que tomar en cuenta para su posible funcionamiento. Sin embargo, considero que las autoridades deberían de analizar esta opción para que en un futuro pueda ser un punto de referencia para evaluar, adaptar, reorientar y rediseñar los planes de estudio; así como su aplicación en las aulas.

Por el momento, no nos queda más que hacer nuestro mejor esfuerzo en los salones de clase para orientar de la mejor manera a nuestros alumnos y futuros maestros.

Las Habas del Norte


1.- Nostalgia por la tierra

Hoy, escribo para descargar… para descargarme. Estoy en mi trabajo, el tiempo no me sobra, y a pesar de eso he dejado todo por unos momentos y me he puesto a escribir.

He titulado esta entrega: “Nostalgia por la tierra”. No es ésta la primera vez que la experimento. Una de esas veces anoté esa frase en el nick de mi messenger y un compañero me dijo: “pos ya bájate de la nube”, la intención del comentario me pareció muy graciosa; pero, obviamente mi nota se debía a la añoranza por mí tierra (no hay error en el mí; el acento es intencional).

Aunque he de confesar que de pronto sí me subo en una nube imaginaria y viajo hasta ese lugar que me vio nacer. Vuelo para vivir de nuevo sensaciones que quizá antes no noté: el olor a tierra mojada (aunque esporádico), a tortillas “sobaqueras” recién hechas; imagino el sabor único de la carne asada, del café negro que hacía mi nana; de la gallina pinta, el caldo de queso y los frijoles de mi mamá, de los tamales de elote, la barbacoa con caldo y el menudo blanco con granos, panza y los imprescindibles chiltepines (especiales ‘pa curar la cruda).

Me desplazo a ese cielo para abrazar y sentir el calor del sol, la familia y los amigos con los que compartía aficiones y parrandas; aunque ese, la verdad no lo dejé allá, ese va conmigo a todas partes.

A veces me pregunto: ¿acaso habrá esa tierra sentido mi partida? Y esa duda me ha dejado con más ganas de llorar de las que puedo aguantar. Y he llorado, porque sé que todo cambia, que quizá se haya acostumbrado a mi ausencia y le ha dado la bienvenida a nuevos habitantes, de la misma manera que yo me he acoplado a mi nuevo espacio, mis nuevos amigos, mi nueva ciudad, porque la fuerza de esa tierra reside en su gente, en su carácter cálido, abierto; hombres y mujeres que abren los brazos para recibir a los “juereños”, aunque siempre esperen el regreso de sus hijos.

Para mí, como para muchas personas, dejar el terruño fue bastante duro. Acostumbrarme a otros espacios y personas es quizá lo más difícil del proceso de asimilación de un nuevo estado de vida. Todo nuevo, la ciudad, las personas, la forma de vida diferente, el clima... (a pesar de que el termómetro sube más allá, la sensación térmica acá es mayor; aquí me suda hasta el alma… ¿o será su forma de llorar?)

Viajar a los recuerdos y dar un paseo por esas imágenes y sensaciones, es mi boleto de entrada y un asiento en primera fila para ver una obra melancólica, en la que además soy protagonista; es una poesía escrita a base de detalles, de metáforas que se te clavan como calambres en el corazón por lo que se te quedó atrás y que sólo puedes recuperar así.

Pero, rememorar no es una tortura, es disfrutar esa nostalgia, acariciarla suavemente y envolverla, y pegarla a tu pecho como si eso hiciera que prolongara su existencia en tu memoria y volverla a guardar en ese rinconcito del corazón dedicado exclusivamente a ella, es sacar de vez en cuando esos recuerdos al sol para sublimar el sudor del alma…

Creo que los sacaré… ahora…

La nostalgia por la tierra no es un recuerdo simple en blanco y negro, no son sombras o penumbras, no son afectos que huyeron, no son sensaciones y olores lejanos… ¡No!

La nostalgia por la tierra es un recuerdo colorido que sobrevive a la ausencia, es una gama de destellos de claridad que quieres que siga en ti, es un sentimiento que crece y vive más dentro, es de lo que estás hecho, es tu esencia… eres tú.


Thelma Andalón.

P.D. Seguro no soy la única nostálgica fuera de su tierra, ¡Donde quiera se cuecen habas!; pero lo bueno, es que en esta nueva tierra que me ha adoptado he encontrado a mucha gente amable que me ha brindado su amistad, ¡Gracias!

martes, 12 de febrero de 2008

Colegiado

El trabajo colegiado es la herramienta que el mundo educativo ha utilizado en los últimos años para salir adelante con los retos que representa su tarea; no es fortuito que las mejores escuelas del país logren el reconocimiento por el trabajo colectivo que desarrollan, al margen de las tareas individuales que cada quien debe cumplir.

Lo malo del trabajo compartido es que el reconocimiento individual se disipa en el momento en que se presentan los primeros resultados, provocando que los egos se exalten y pretendan dar por terminado el trabajo del resto del grupo.

Un ejemplo de lo anterior es lo que sucede en la escuela donde vivo mis días. Cuando recién llegué a ella el trabajo era permanente, constante y poco equilibrado; la mano se cargaba a unos cuantos para gracia de todos lo cual no estaba mal, pero creo se debían considerar los intereses de cada participante en el equipo de trabajo para que todo fuera más equitativo en la repartición del trabajo y de los beneficios de éste.

Llegó el momento de aprovechar las ideas de los recién llegados, pero estos maestros, los nuevos que no tuvieron contratiempos para ser aceptados, en lugar de ponerse a trabajar para el grupo iniciaron su campaña para obtener beneficios sin sudar pues en el pasado, en otros escenarios, ya habían sudado lo suficiente.

El grupo original perdió la idea ante la insolencia de quienes llegaron sin formarse y fue en este momento donde los egos entraron en juego. Unos se sintieron porque no podían ser amigos de todos; otros desatendieron el trabajo colectivo para llegar al atracón de los espacios vacíos; otro tanto buscó el amparo del anonimato sin conseguirlo, convirtiéndose en personajes grises que no piden ni ofrecen nada a los demás; el resto, tuvo que alzar la voz como pudo para sobrevivir un rato sin que les quitaran lo que tenían, hasta que se hartaron.

El colectivo fue un fracaso porque lo desconocieron y nadie se hacía responsable de ello; el colectivo perdió porque sus integrantes jugaron al “sálvese quien pueda”; el colectivo se deshizo porque no había quien lo organizara; el colectivo… ¿colectivo de qué?

En la normal las cosas no son muy diferentes aunque recientemente se anunció la intención de reintegrar los colegios en un afán de “corregir los errores del pasado” -dijo mi tía, lo cual me parece interesante a estas alturas que se ha dañado el espíritu de mi casa de estudios.

No ha sido fácil sobrevivir estos años sin un rumbo fijo, salvo aquél que dicta la motivación de formar docentes; lo malo es que la medida de reorientar la organización colegiada se percibe más como un acto desesperado por salvar el barco que se hunde desde hace más de dos años, que como una acción conciente de la necesidad de regresarle la identidad a las especialidades que se ofrecen en la institución.

La formación de los colegios traerá nuevos aires y aunque sean ardientes estoy convencido de que los maestros que se perdieron junto con el colectivo volverán a retomar la tarea inconclusa.

Una pregunta… ¿Quién será nuestro coordinador?

sábado, 2 de febrero de 2008

Nada qué decir...




Hace unos días un grupo de amigos (a quienes admiro por diferentes cosas, por la misma y por igual) se reunió para comentar sobre temas variados y que al final redundan en lo mismo… su gran idea de conquistar al mundo; sí, conquistar al mundo de las letras (aunque en honor a la verdad los conquistados son ellos, porque siempre se rinden y terminan degustando su sabor).

Pretendiendo allanar las diferencias y los problemas que éstas pueden acarrear a la comunicación, la convivencia y la amistad y convencidos que son mayores e importantes las similitudes, objetivos, motivaciones, sueños y una lista de puntos en común, decidieron converger en un espacio virtual nutrido por el pensamiento, la complicidad y la pluma de sus diversas personalidades.

Dicen que mejor que ser invitado es llegar a la hora. Yo, llegué a la hora y aunque aparentemente estoy al margen de sus maquinaciones, no dejo de permanecer inmersa en ese mismo mundo. Amén de mi formación académica: normalista de profesión, maestra por vocación y educadora de corazón, vivo (felizmente) con uno de estos amantes de las letras, mantengo una buena relación amistosa con varios y he ido descubriendo en otros su calidad humana.

El caso es que me “colé” en el grupo y créanme que eso no es nada fácil porque una de las características de éste, aunque no lo reconozcan abiertamente, es precisamente su hermetismo; quizá porque el resto de la gente no cumple con el perfil para integrarlo y que consiste primero en ser apasionado por la Normal Superior y estar convencido de que “lo que yo hago o digo es lo que está correcto”


Pero, regresando al tema, la consigna era alimentar una página web que permitiera a todos sus colaboradores expresarse libremente, sin poses, sin tabúes, sin restricciones de fondo o de forma, sólo escribir... Y aquí viene lo bueno…

¡¡¡Qué impresión!!!(¿im?), compartir un espacio con plumas veteranas (no tiene qué ver con la edad eh!), académicas, románticas, reflexivas, chuscas y críticas (¿por no decir filosas?); plumas vívidas y vividas. ¡Por supuesto que me impresiona !!!(¿im?), tanto que por más que pensé sobre qué tema escribir, realmente no se me ocurrió nada.


Pensé en hablar sobre el nombre que se acordó tendría la página: “La doble eLe”, que quiero suponer corresponde a una abreviatura de las iniciales del colegio de Lengua y Literatura, quien cual ave fénix ha resurgido, pero la verdad aún no sé exactamente de dónde salió, ya que se manejaron varias versiones; pero, además, me enteré que también se llama así una marca de zapatos o tenis o botas que me parecieron espantosos, ¡mmm! aunque se aprecian cómodos… ¿dónde los venderán?


También anoté varios temas de los que tengo pendiente escribir, sólo por catarsis, pero tampoco me convencieron; así que, compañeros, lamento en esta ocasión no aportar nada a “La Doble eLe”, espero en breve poder compartirles algo que valga la pena o cuando menos cumpla con la cuota de “subir” un escrito al mes.


Thelma Andalón

Posdata: ¡Gracias por considerarme!

miércoles, 30 de enero de 2008

El nacimiento tan esperado

Desde hace varios años, algunos inquietos maestros de lengua y literatura nos reunimos con cierta frecuencia, por diversos motivos; algunas veces sólo para convivir, otras para festejar a alguien y, en muchas otras, para platicar sobre temas administrativos, académicos o políticos de nuestro contexto laboral; en este marco de diversidad temática y de puntos de vista, en no menos de diez ocasiones se comentó la posibilidad de realizar una publicación colectiva, primero en nuestra imaginación, luego en papel, finalmente electrónica. De hecho, el nombre (en este momento estoy recordando que no lo consultamos en Internet) fue prácticamente decidido hace tres años.

La doble eLe es una publicación de tema libre, por lo que la palabra libertad, que empieza con ele, adquiere una connotación relevante en el nombre que nos ocupa. No tenemos un consejo editorial que seleccione, autorice o censure; sólo nuestra conciencia, y la responsabilidad que implica firmar lo que se escribe. El compromiso: un texto mensual en el que seguramente encontrarán todos nuestros fantasmas y telarañas conceptuales, además de crónicas, cuentos, poemas, artículos (no nos pongamos tan formales), digamos que textos narrativos, expositivos, argumentativos y una que otra masturbada intelectual.

En el restaurante Palax, ubicado en la calle Hidalgo de la ciudad de Monterrey, Nuevo León, México, nació finalmente La doble eLe, en el mes uno del año 2008, entre tamales, chilaquiles, frijoles, totopos, pastura, salsa y mucho café. El parto fue natural, sin dolor y sin anestesia, en aproximadamente treinta minutos; tal vez, sería, porque su nacimiento era esperado y hasta anhelado por muchos de los presentes. El producto: una hermosa y robusta niña; ya saben como se llama; por cierto, no deja de preocuparme que desde chiquita la llamen con el apelativo “La”, ¡qué será de grande!...

Los padrinos (que no padres, a menos que me demuestren lo contrario, con un examen de ADN) presentes en el nacimiento, por orden de lugar, alrededor de una mesa: Thelma, Oscar, Lucy, Memo, Hiram, Ileana, Fernando y su servidor. Los de casa, que por una u otra razón estuvieron ausentes, también son padrinos de la niña. Todos los que la quieran visitar (aunque sea sin regalo) serán bienvenidos, especialmente si acompañan la visita con un comentario.

¿Y la Cheyenne apá? Mijo…



Gilberto Garza