martes, 26 de febrero de 2008

RENUNCIA

Renuncia Fidel a la presidencia de Cuba. La noticia sorprendió a más de uno que esperaba que la muerte y no la renuncia, dignificara a este hombre. -Nos habíamos acostumbrado a ti Fidel, es más me hubiera gustado estar en tu isla durante tu mandato-, ¿qué pasará entonces?; y ahora ¿qué haremos?; la dictadura, ¿durará?

En este texto no pretendo hacer una cronología de las noticias recientes sobre la renuncia de Fidel sino; una aproximación de nuestra idea de la renuncia y el abandono. Aprovecho la renuncia de Fidel para abordar el tema y estremecer ante las renuncias.

El rechazo. Inmediatamente después del anuncio, el receptor tiene un sentimiento de negación, no al no; de cuestionamientos ¿por qué?. En el caso de la oposición la renuncia causará satisfacción inmediata, pero después, se preguntarán ¿por qué? misma pregunta, misma respuesta. El cuestionamiento, se deberá entonces a la costumbre de las situaciones en las que te encuentras, así como al desconocimiento o incomprensión de las razones del abandono.

Renuncia. El término termina mal, terminas, abandonas, dejas y expulsas con las renuncias. ¿Qué? Ideologías, investigaciones, labores o compromisos. El abandono que rodea una renuncia se ve imperado por la conciencia y la reflexión.

Los aciertos. Las consecuencias de la renuncia pueden ser acertadas o no, esto lo determinará la persona que la ejecuta, la comunidad que se encuentra inmersa en las decisiones, acepta o rechaza las renuncias, pero serán sólo testigos más no participes de la acción y elaborarán reacciones a favor o en contra.

Los errores. Sólo la persona que renuncia será responsable de las equivocaciones que pudo haber cometido. Sólo él, será responsable de las decisiones, buenas o malas; acertadas o no.

Entonces las renuncias se pueden percibir en reacciones a favor o en contra de una comunidad inmersa en el mismo contexto, ésta determinará el acierto o el error de la renuncia, pero el sujeto que renuncia será el que considere pertinentes los juicios de que se le acusen. Las renuncias en el marco de provocar reacciones, serán también una denuncia, un anuncio o una apelación.

Tomando en cuenta que hacemos señalamientos de las renuncias, tomamos parte en la acción y emitimos juicios, debemos entonces preguntarnos.

Guillermo ¿Tú renuncia es, una denuncia?

Y después la media vuelta. Después de la renuncia viene entonces el olvido, poco a poco tu nombre irá perdiendo fuerza, siempre estarás en listas en algún documento, pero en la voz tu nombre será apenas un susurro, lo pronunciarán en voz baja y se acostumbrarán a conjugarlo en pretérito, pospretérito y copretérito, perfecto o imperfecto. El olvido entonces borrará tu nombre de los pasillos y lo vomitará en el polvo que barren de las escaleras, las escaleras del nuevo proyecto.


P. D. Ayer el conserje de la escuela barría con afán
la molesta tierra que nunca acabará.