jueves, 24 de enero de 2008

¡COMENZAMOS!

Su atención, por favor, ésta es Primera llamada ¡Primera!

Un sueño plural de punto y coma; de corte y confección; de pica, pica; del remedio, el trapito y el úntamelo quedito; del sí, pero para qué, cómo, cuándo y con qué ojos, divino ciego; del ¡ay dolor! cómo me traes de encargo; de botear para la colecta de letras sueltas, de llamaradas sintácticas, de peces subjuntivos, de grillos en salmuera, de damas disolutas y putas también. Una sinfonía de yo quiero ser, de bohemios de afición que se quitan la camisa (y los calzones si es necesario) por un buen amigo, de lápices sin borrador para los arrepentidos. Sí, fue una noche (los sueños suelen generarse a la luz de los cocuyos), innombrable, por su propia naturaleza de conjunto y porque la desmemoria engaña. El betún, como el labial, siempre deja la huella del pecador y del pecado. Pecata minuta. Pero el desliz algo tiene de tentación y de patético.

Su atención, por favor, ésta es Segunda llamada ¡Segunda!

Hay peones tan caballerosos, como los comensales de la mesa redonda, que lo mismo agitan el pantano o se deslizan en la tabla de Flandes. Disfruto el chocolate amargo y los tamales borrachos. Soy el Camaleón dorado de las mil caretas. Le otorgo al silencio su prudencia. No afilaré la daga de la insidia ni del protagonismo para alcanzar la marquesina de la primera función. Soy telonero y disfruto mejor el espectáculo desde tramoya. También sé tomar la lámpara del farolero que guía entre las butacas al público que espera la tercera llamada. Nigromante y prestidigitador, camino entre el fuego sin arder y puedo leer el iris de los ojos negros donde habita el placer y el deseo.

Su atención, por favor, le suplicamos muy atentamente al público que visite este blog, se abstenga de lanzar piropos, humillar la cerviz, hacer caravanas, lamer la mano, botas, cigotos u ovarios; así como evitar la influencia de lo que aquí lea, oiga o mire. Los miembros del colectivo están loquitos y son unos libertinos, buscabullas y apátridas institucionales, amargosos como el iztafiate, alambristas de la literatura y escribas entre románticos y vanguardistas; pizcadores de frases idealizadas, catadores de lenguas muertas y viperinas, saltimbanquis estructuralistas y metodistas de la enseñanza que comulgan los domingos predicando la palabra del hombre y la mujer bajo el filo de La doble L. Esta es, pues, la Tercera llamada, tercera ¡Comenzamos!
Guillermo Berrones

3 comentarios:

Ileana dijo...

fiu, fiu,

a pesar de suplicar abstinencia a los piropos, tu texto es,(tan claro como el agua)irresistible.

Gilberto Garza dijo...

¡Salud! Por el primer paso dado. Comenzamos.

carlomar dijo...

Amigo Memo: sin duda a base del oficio de escribir que has convertido en parte de tu vida desde hace mucho tiempo, te has convertido en un domador de palabras, algo así como el encantador de serpientes que las haces danzar al son de tu música, es muy grato leer tus textos tan llenos de vivencias y la frescura de la cotidianeidad y al mismo tiempo de la complejidad de la vida, gracias por compartir tus textos con la raza.
carlomar